Cientos de personas se tomaron las instalaciones de la Universidad Nacional de Bogotá, generando desorden y la suspensión de actividades académicas. Según los primeros reportes, este grupo llegó en la noche del martes 8 de octubre e instaló campamentos improvisados con ollas, carpas y cobijas, ocupando inicialmente el edificio Manuel Ancízar. Las imágenes compartidas en redes muestran a personas asentadas en los alrededores y dentro del edificio, mientras que funcionarios de la institución informaron que no hay condiciones para continuar con las actividades normales debido a la falta de agua y otros servicios básicos.
La situación se intensificó el miércoles 9 de octubre, cuando al menos 14 buses adicionales arribaron al campus, descargando más personas que llevaban consigo artículos similares para acampar en otros edificios de la Universidad Nacional. Videos publicados por medios de comunicación mostraban largas filas de personas ingresando a las instalaciones y desplazándose por las zonas verdes. A pesar de la magnitud del incidente, ni las autoridades de la Universidad ni del Distrito han emitido un comunicado oficial sobre la ocupación ni los motivos detrás de esta toma, lo que ha generado incertidumbre entre los estudiantes y profesores que dependen de la operatividad del campus.
La Universidad Nacional ha indicado que están realizando las verificaciones necesarias para aclarar la situación. Se espera que en las próximas horas emitan un pronunciamiento oficial sobre lo sucedido. Este hecho se suma a las recientes tensiones entre la institución y el Gobierno del presidente Gustavo Petro, quien fue criticado por su intento de influir en el nombramiento del rector, lo que generó un debate sobre la autonomía universitaria. Mientras tanto, el ambiente en el campus sigue siendo de incertidumbre y preocupación.
