El ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, respondió a la carta enviada por la organización criminal denominada Tren de Aragua, en la que manifiesta su intención de ser incluida en la política de “paz total” impulsada por el Gobierno de Gustavo Petro. El jefe de la cartera de Justicia fue enfático al asegurar que el país no permitirá que bandas internacionales utilicen el proceso de paz como un mecanismo para evadir la acción judicial. “El país debe tener la tranquilidad de que no vamos a permitir que, bajo el pretexto de participar en los procesos de paz, los grupos delincuenciales se burlen de la justicia internacional para buscar impunidad por sus crímenes”, señaló Montealegre durante una declaración oficial.
El ministro explicó que, en coordinación con la Consejería para la Paz, se han adoptado medidas estrictas para impedir que organizaciones criminales internacionales como el Tren de Aragua aprovechen los canales de diálogo creados para los actores armados nacionales. En ese sentido, reiteró que el Gobierno colombiano no cederá ante solicitudes que pretendan frenar los procesos judiciales o las extradiciones en curso. Montealegre recordó además que su despacho ha autorizado más de 450 resoluciones de extradición a diferentes países, principalmente por delitos de narcotráfico y crimen transnacional, todas ellas ya ejecutadas.
La polémica surgió tras la publicación, el pasado 11 de octubre, de una carta divulgada por W Radio, firmada por los abogados de Larry Changa, uno de los líderes del Tren de Aragua, en la que se plantea la posibilidad de iniciar “diálogos exploratorios” con el Gobierno colombiano. En el documento, los representantes legales del grupo criminal solicitan la suspensión temporal de las extradiciones de sus integrantes mientras se adelantan los acercamientos, lo que generó fuertes críticas en sectores políticos y de opinión pública. Montealegre insistió en que el Estado mantendrá firme su compromiso de cooperación judicial con otros países y reiteró que ninguna organización extranjera podrá evadir la justicia bajo el amparo de procesos de paz.
