En la madrugada de este viernes se registró un atentado con explosivos en el centro de Florencia, Caquetá, a menos de 24 horas de los ataques ocurridos en Cali y Amalfi. Según el coronel César Pinzón, comandante de la Policía de Caquetá, un artefacto de bajo poder fue dejado en una caneca de basura en la carrera 12 con calle 15, a solo una cuadra de la Alcaldía municipal. La detonación causó daños en locales comerciales y en la infraestructura pública de la zona.
La explosión, ocurrida en un sector de alto flujo peatonal y vehicular, no dejó víctimas, pero sí importantes afectaciones materiales. Entre los establecimientos perjudicados se encuentran una droguería, un local de cosméticos, un negocio de telefonía y parte del andén donde se produjo la detonación. Las autoridades confirmaron que se trató de un explosivo de bajo poder, aunque la ubicación en una zona céntrica ha generado preocupación entre comerciantes y residentes.
De acuerdo con la Policía, los indicios apuntan a que el ataque estaría relacionado con presiones extorsivas ejercidas por el frente Rodrigo Cadete, una de las estructuras de las disidencias de las Farc que opera en el departamento. Según las investigaciones, esta facción suele enviar panfletos en los que citan a los comerciantes a zonas rurales para exigirles sumas que pueden alcanzar hasta los 60 millones de pesos, bajo amenazas directas contra su seguridad.
El coronel Pinzón reveló que en los días previos circularon audios en redes sociales advirtiendo a la población sobre posibles atentados en el centro de Florencia, lo que llevó a reforzar los dispositivos de seguridad con patrullajes, registros de personas y revisiones antiexplosivos. El hecho se suma a una serie de ataques recientes en distintas regiones, que han elevado la tensión en el sur del país y reactivado las alertas de inteligencia militar.
Este año, la Policía ha capturado a 30 personas vinculadas a delitos de extorsión en Florencia. Entre ellas figura Rubiel Cabrera, alias Raúl, señalado como cabecilla financiero del frente Rodrigo Cadete, bajo el mando de alias Calarcá. La caída de este jefe financiero debilitó parcialmente la estructura, pero no ha detenido las acciones violentas en el departamento.
Paralelamente, el Ministerio de Defensa divulgó el cartel con los cinco principales cabecillas de las disidencias de las Farc en Caquetá. En la lista figura Juan Antonio Agudelo Salazar, alias Urias Perdomo o Cotíz, por quien se ofrece una recompensa de hasta 200 millones de pesos. También aparecen Ángel Joven Rojas, alias Conejo, con una recompensa de 100 millones, y otros tres jefes identificados como alias Pulpo, alias la Morocha y alias Juan Carlos Auner Restrepo, cada uno con un ofrecimiento de 50 millones. Según el Gobierno, estas estructuras están detrás de secuestros, extorsiones, reclutamiento de menores y actividades ilegales como la tala indiscriminada y la minería criminal en la región.