Una operación militar conjunta entre las Fuerzas Militares y la Policía Nacional en las selvas del Guaviare dejó al menos 19 muertos, presuntos integrantes de las Disidencias de las Farc lideradas por alias Iván Mordisco. La ofensiva comenzó en la madrugada del 10 de noviembre y fue ordenada directamente por el Presidente Gustavo Petro, quien confirmó el bombardeo a través de su cuenta en la red social X, antes Twitter. “He ordenado el bombardeo y la disolución militar del frente ubicado por las Fuerzas Militares”, escribió el mandatario, en respuesta a una publicación del Ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, quien había anunciado las acciones en la zona.
El ministro Sánchez explicó que las operaciones se concentraron en las selvas del departamento del Guaviare contra estructuras narcoterroristas bajo el mando de Iván Mordisco, que han mantenido amenazadas a comunidades y campesinos. La ofensiva, que hace parte de las acciones del Gobierno contra el narcotráfico y la extorsión, fue catalogada por el ministro como una respuesta “contundente” frente al control territorial que los grupos disidentes ejercen en la región.
Durante una rueda de prensa, el Ministro de Defensa y la cúpula militar entregaron más detalles del operativo, iniciado el 7 de noviembre. La decisión de ejecutar el bombardeo, según Sánchez, se tomó tras una situación de inminente riesgo para las tropas que avanzaban por tierra. Destacó además que esta acción “genera paranoia y desestabilización” en las estructuras armadas de Iván Mordisco, y fue posible gracias a información obtenida mediante recompensas.
El comandante general de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, indicó que la operación militar se concentró en el municipio de Calamar y fue precedida por enfrentamientos en la vereda Itilla contra las estructuras Armando Ríos y Martín Villa. Explicó que los combates iniciales involucraron a unos 120 disidentes del Bloque Amazonas Manuel Marulanda Vélez, quienes se disputan con la facción de alias Calarcá Córdoba los corredores de narcotráfico, la extorsión y el secuestro en Guaviare.
Según el reporte oficial, tras los enfrentamientos iniciales, las disidencias de Iván Mordisco incendiaron una vivienda campesina en la que habían almacenado material de guerra. La respuesta aérea, coordinada con la Fuerza Aeroespacial Colombiana, se llevó a cabo el 10 de noviembre en la madrugada y dejó 19 disidentes muertos, cuyos cuerpos fueron trasladados a Medicina Legal en San José del Guaviare. También se reportó un herido capturado, dos adultos sometidos a la justicia y tres menores de edad recuperados.
Durante la operación se incautaron cinco ametralladoras, 23 fusiles, tres morteros, 62 granadas, más de 59.000 cartuchos y 50 explosivos. El almirante Cubides informó que se destinarán más de 5.800 millones de pesos para recompensas por información sobre líderes ilegales, aclarando que “no existe ningún cese al fuego ni decreto que impida continuar las operaciones”. Por su parte, el general Luis Carlos Córdoba, comandante de la Fuerza Aeroespacial, señaló que el bombardeo se planeó en apenas cinco horas bajo condiciones climáticas adversas, mientras el brigadier general William Rincón, director de la Policía Nacional, confirmó la participación de más de 30 agentes de inteligencia y 15 informantes en la planeación del operativo.








