Crisis humanitaria en el Catatumbo sigue creciendo mientras el Ejército refuerza operaciones

23 de enero, 2025

La crisis humanitaria en el Catatumbo sigue escalando tras una semana de enfrentamientos armados entre el ELN y las disidencias de las FARC, lo que ha provocado el desplazamiento masivo de más de 32.000 personas. La Fuerza Pública ha desplegado más de 5.500 efectivos para reforzar la seguridad en esta región de Norte de Santander, considerada una de las zonas más afectadas por el conflicto armado en Colombia. Las tropas, procedentes de la Trigésima Brigada en Cúcuta, han sido enviadas a puntos críticos como Tibú, Teorama, El Tarra y Convención, donde las comunidades enfrentan amenazas constantes y violaciones a los derechos humanos.

Cúcuta, la capital del departamento, ha recibido la mayor cantidad de desplazados, con 18.200 personas buscando refugio. El estadio General Santander se ha convertido en un centro de atención humanitaria donde el Estado, organizaciones civiles y organismos internacionales coordinan la entrega de alimentos, asistencia médica y refugio. Historias como la de Sandra García, quien tuvo que abandonar su pequeño cultivo junto a su esposo y su mascota, reflejan el drama que enfrentan las familias desplazadas. “No nos dio tiempo de nada. Pasamos varias noches en el camino, hasta que llegamos acá pidiendo ayuda a los carros que transitaban”, relató.

En medio de esta situación, organizaciones animalistas también han intervenido para atender a las mascotas que acompañan a los desplazados. Desde el pasado domingo, más de 250 animales, incluyendo perros, gatos y aves, han recibido atención médica, hidratación y alimentos en el estadio. “Muchas mascotas llegan con patas laceradas por las largas caminatas. Algunas han tenido que ser hospitalizadas”, explicó Víctor Caicedo, un animalista de Cúcuta que colabora en las labores de ayuda.

Por otro lado, la Defensoría del Pueblo, junto con la Iglesia Católica, ha liderado misiones humanitarias en el Catatumbo, logrando la liberación de personas retenidas y el levantamiento de confinamientos en varias comunidades. Sin embargo, las cifras siguen siendo alarmantes: 102 firmantes de paz han sido desplazados, 5 asesinados y 11 permanecen desaparecidos. Mientras tanto, el Ejército Nacional reportó la desmovilización de 35 integrantes de grupos armados ilegales, incluyendo cinco miembros del Bloque Magdalena Medio de las disidencias de las FARC, quienes se entregaron a las autoridades en El Tarra.

El despliegue militar continúa con el apoyo de unidades especializadas, como ‘Rojo’, un pastor belga malinois experto en detección de explosivos que ha sido enviado a la zona para garantizar la seguridad en áreas rurales donde persisten los combates. Según el coronel Miller Fernando Moreno, comandante del Batallón de Ingenieros de Combate No. 30, la situación es crítica, especialmente en las zonas rurales más alejadas de las cabeceras municipales. “Estamos retomando la calma paulatinamente en algunos sectores, pero la situación en el Catatumbo sigue siendo grave debido a las violaciones de derechos humanos cometidas por los grupos armados”, señaló.

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