El Ejército Nacional confirmó la neutralización de alias Dumar, identificado como Willinton Vanegas Leyva, durante un operativo militar desarrollado en el municipio de El Retorno, Guaviare. La intervención se dio en el marco de las acciones contra las estructuras disidentes de las Farc lideradas por alias Iván Mordisco, que operan en el suroriente del país. Las tropas desplegadas actuaron luego de más de cinco meses de labores de inteligencia destinadas a seguir los movimientos del cabecilla y recopilar información que permitiera establecer su ubicación exacta, en un procedimiento que evitó poner en riesgo a la población civil.
El comandante general de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, explicó que la operación se intensificó tras determinarse la responsabilidad de alias Dumar en el asesinato de cuatro soldados en Argelia, Cauca, en mayo de 2024. La ofensiva militar se concentró en la vereda Nueva York, donde además fueron capturados seis integrantes de su estructura y se incautaron armas y municiones que presuntamente serían utilizadas para consolidar el control territorial en corredores estratégicos entre Meta y Guaviare.
Según el Ejército, el guerrillero también conocido como alias Chito ejercía como cabecilla del Bloque Móvil Martín Villa, una facción bajo las órdenes de alias Iván Mordisco. Desde esa posición habría coordinado ataques contra la fuerza pública, así como atentados y acciones violentas dirigidas a la población civil. Las investigaciones revelaron que su trayectoria criminal superaba los 18 años, tiempo en el cual pasó por el frente 40 de las extintas Farc, formó parte del anillo de seguridad de alias Mayimbú y posteriormente asumió la dirección de una de las estructuras más activas de las disidencias.
Las autoridades señalaron que alias Dumar era conocido con el alias de “mochacabezas” debido a su participación en la decapitación de militares, policías y rivales de grupos ilegales, lo que aumentó su reputación criminal en el sur del país. Además, se le atribuye responsabilidad en múltiples masacres, asesinatos de líderes sociales y desplazamientos forzados en municipios del Cauca, especialmente en Argelia, donde habría ordenado acciones violentas para ampliar su dominio territorial.
El Ejército Nacional también lo responsabiliza por el reclutamiento forzado de decenas de menores de edad que integraban sus filas y eran utilizados para labores de combate y operaciones ilegales. Contra él pesaba una orden de captura por concierto para delinquir agravado y el Gobierno ofrecía hasta 50 millones de pesos como recompensa por información que facilitara su ubicación. Con su muerte, las Fuerzas Militares aseguraron que se trata de un golpe clave para debilitar las operaciones de las disidencias de alias Iván Mordisco en una región donde persisten disputas armadas por el control de economías ilícitas.