La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) dio luz verde a Yeztugo (lenacapavir), una nueva inyección contra VIH que se administra cada seis meses y ha demostrado una eficacia de hasta el 100% en la prevención de nuevas infecciones. Desarrollada por Gilead Sciences, esta es la primera terapia inyectable de acción prolongada para la profilaxis preexposición contra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana. Los ensayos clínicos publicados en The New England Journal of Medicine mostraron resultados contundentes: en uno de los estudios, no se registraron casos de infección entre los más de 2.100 participantes; en otro, apenas se detectaron dos casos entre una muestra similar.
Yeztugo está dirigido a personas que no viven con VIH, pero que tienen un riesgo elevado de adquirirlo. Puede ser administrado a adultos y adolescentes que pesen al menos 35 kilogramos. A diferencia de medicamentos como Truvada, que requieren ingesta diaria, esta nueva formulación solo requiere una aplicación semestral. Su funcionamiento se basa en la inhibición del VIH en múltiples etapas del ciclo de vida viral, lo que representa un avance significativo en términos de protección y prevención del virus, y además ofrece una alternativa para quienes tienen dificultades para cumplir con tratamientos diarios.
Antes de iniciar el tratamiento, se exige una prueba de VIH-1 negativa, tanto al comienzo como antes de cada nueva dosis, debido al riesgo de generar resistencia al medicamento si una persona adquiere el virus durante su uso. Yeztugo está contraindicado para personas que tengan un diagnóstico positivo o desconocido del virus. Los efectos adversos observados en los estudios fueron mínimos, siendo los más frecuentes el dolor en el lugar de la inyección, dolor de cabeza y náuseas.
El anuncio del lanzamiento generó también un debate global sobre el acceso y el precio. Gilead fijó el costo anual del tratamiento en Estados Unidos en 28.218 dólares por persona, lo cual llevó a ONU Sida a pedir una reducción significativa para garantizar el acceso equitativo. Según la directora ejecutiva de ONU Sida, Winnie Byanyima, la compañía debería “hacer lo correcto” y reducir el precio para facilitar la erradicación del Sida. Proyecciones de demanda indican que entre cinco y diez millones de personas podrían beneficiarse del fármaco en su primer año de disponibilidad.
Estudios publicados en The Lancet HIV indican que el lenacapavir podría producirse de manera genérica por un costo de entre 35 y 46 dólares al año, lo que abre la puerta a una potencial revolución en la prevención del VIH si se logra la cooperación de gobiernos, organismos multilaterales y la industria farmacéutica. A medida que se extiende el uso de la inyección semestral, se espera una transformación en la estrategia global de salud pública contra el VIH, sobre todo en regiones con alta incidencia y barreras de acceso a tratamientos preventivos.