Joven quedó cuadripléjica tras un ataque y pide eutanasia por el dolor: “Para mí no es vida”

19 de febrero, 2025

Joven quedó cuadripléjica tras un ataque y pide eutanasia por el dolor: “Para mí no es vida”

La vida de Erika Yanira Morales, una joven de 20 años residente en Pasto, Nariño, dio un giro drástico en 2021 tras ser atacada con una botella en un bar. El impacto le causó un infarto cerebral múltiple, dejándola cuadripléjica y con múltiples complicaciones de salud. Desde entonces, Erika depende de un respirador mecánico y requiere atención médica constante. Ante su deterioro físico y emocional, la joven solicitó acceder a la eutanasia, un derecho reconocido en Colombia para quienes padecen sufrimientos insoportables debido a enfermedades incurables.

Según relató Tatiana Morales, hermana de Erika, la joven expresó su deseo de terminar con su dolor mediante una carta en la que afirmó estar cansada de depender de los demás y vivir con dolor permanente. “Prácticamente vivo por la respiración mecánica, la verdad estoy cansada de depender de todos”, escribió Erika. La familia enfrenta dificultades para cubrir los costos del tratamiento, ya que la madre de las jóvenes asumió no solo el cuidado diario de Erika, sino también los gastos médicos y del hogar. Además, denuncian deficiencias en la atención brindada por la IPS a cargo, la cual solo envía auxiliares diez veces al mes, lo que resulta insuficiente para sus necesidades.

Con el paso del tiempo, la salud de Erika se ha deteriorado. Ha sufrido una rápida pérdida de peso y la aparición de úlceras por presión debido a su inmovilidad prolongada. Aunque en sus primeros meses de recuperación podía alimentarse cinco veces al día, su cuerpo ahora rechaza la mayoría de los alimentos. La familia también ha tenido que adaptar su vivienda para garantizarle mayor comodidad, incluyendo un espacio exclusivo para ella y la contratación de enfermeras especializadas. A pesar de los esfuerzos, los médicos no han dado esperanzas de mejoría, asegurando que su condición continuará deteriorándose con el tiempo.

Ante este panorama, Erika solicitó a su familia que gestionara el procedimiento de eutanasia para poner fin a su sufrimiento. Sin embargo, la EPS Emssanar rechazó la solicitud porque fue presentada por su madre y no directamente por Erika, como exige la normativa vigente en Colombia. Este revés ha generado frustración en la familia, que insiste en que la joven tiene pleno conocimiento de su situación y desea ejercer su derecho a una muerte digna. “Ella ya no aguanta más dolor. Está muy delgada porque su cuerpo ya no tolera más alimentación”, explicó Tatiana.

Según el Ministerio de Justicia, la eutanasia en Colombia está permitida para personas mayores de edad que padezcan sufrimiento físico o psíquico intenso debido a una enfermedad grave e incurable. El procedimiento debe solicitarse de manera libre e informada al médico tratante, quien debe verificar que se cumplan las condiciones exigidas por la ley. Actualmente, la familia de Erika busca asesoría legal para presentar nuevamente la solicitud y garantizarle el acceso a este derecho.

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