El debate sobre el posible envío de tropas colombianas a Gaza se intensificó luego de las declaraciones del presidente Gustavo Petro en la Asamblea General de la ONU, donde pidió a los países del mundo “unir ejércitos y armas” para “liberar a Palestina” y detener lo que calificó como un genocidio. Ante el revuelo que generó su propuesta, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, aclaró cómo se daría una eventual participación de Colombia en este escenario y bajo qué condiciones se podrían enviar militares.
Sánchez explicó que la Organización de Naciones Unidas tiene la potestad de conformar y desplegar fuerzas multinacionales de paz, un mecanismo que ha utilizado en diferentes regiones del mundo. Recordó que Colombia ya participa en una misión de este tipo con un batallón ubicado en el Medio Oriente, entre Israel y Egipto, como parte de una fuerza internacional supervisada por la ONU. “Si se ordena en esa misma línea hacer algo similar para otra región del mundo, pues así lo haremos”, señaló el ministro, dejando claro que cualquier acción dependería de un mandato multilateral y no de una decisión unilateral del Gobierno colombiano.
En paralelo, Petro anunció que presentará ante la ONU un proyecto de resolución para activar el mecanismo United for Peace. Este instrumento permitiría someter a votación en la Asamblea General la creación de un “ejército de la humanidad” con el objetivo de liberar Palestina. La iniciativa requiere el respaldo de dos terceras partes de los países miembros y, de aprobarse, permitiría organizar una fuerza internacional de carácter vinculante. Como paso previo, el mandatario sugirió abrir un “diálogo entre civilizaciones” en Qatar para establecer acuerdos políticos y culturales que respalden la iniciativa.
El jefe de Estado defendió su propuesta afirmando que “cada día hablando y hablando son más y más muertos hasta la desaparición completa del pueblo palestino”, por lo que, en sus palabras, la humanidad debe actuar con urgencia. Agregó que, aunque la medida es difícil, está convencido de que la mayoría de países respaldarían la iniciativa, incluso dentro de sectores de la sociedad estadounidense e israelí.
