Este lunes 14 de julio se inició el paro arrocero en Colombia, con movilizaciones en departamentos como Huila, Tolima, Meta, Casanare, Arauca, Santander, Córdoba y Sucre. La jornada de protesta fue convocada por gremios como Dignidad Arrocera Nacional, Dignidad Agropecuaria Colombiana y Arroceros de Colombia, quienes reclaman acciones urgentes del Gobierno para enfrentar la crisis que vive el sector. A pesar de que el domingo anterior el Ministerio de Agricultura publicó un borrador de resolución para establecer un precio mínimo diferenciado del arroz paddy verde por región, los productores decidieron mantener la protesta, citada para las 7:00 de la mañana.
El detonante del paro es la caída sostenida en los precios que reciben los productores por el arroz paddy verde (sin procesar). Según cifras oficiales del Ministerio de Agricultura, este precio ha disminuido un 11,8 % en 2024, lo que ha agravado la situación económica de pequeños y medianos productores. Al mismo tiempo, los costos de producción continúan al alza debido al incremento en el valor de los arriendos de tierras, logística, agua e insumos agrícolas. Productores de Huila y Tolima informaron que las pérdidas por hectárea oscilan entre los 2,5 y 2,8 millones de pesos, lo que está empujando al límite la viabilidad del negocio arrocero.
Dentro del pliego de peticiones, los agricultores exigen la regulación inmediata del precio del arroz paddy verde en punto de compra, con un valor que cubra al menos los costos de producción más una utilidad razonable. También reclaman el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en el paro de marzo pasado, que incluyeron medidas como la ampliación de beneficiarios del apoyo a la comercialización, la implementación de un Fondo de Acceso a Insumos Agropecuarios (FAIA) arrocero y la creación de un FONSA Arrocero, herramientas diseñadas para mejorar el acceso a insumos y financiamiento para el sector.
Otro punto crítico del paro arrocero es la exigencia de mayor control sobre las importaciones de arroz y el contrabando, especialmente por la frontera sur del país. Los productores aseguran que el ingreso de arroz extranjero a bajo precio y sin controles efectivos ha distorsionado el mercado interno, debilitando la producción nacional. También se ha planteado la necesidad de revisar y renegociar algunos tratados de libre comercio vigentes, que, según los líderes gremiales, han afectado la competitividad del arroz colombiano frente a productos importados.
Esta es la segunda movilización del año por parte del sector arrocero. En marzo, los productores ya habían levantado un paro tras una serie de compromisos asumidos por el Gobierno. Sin embargo, denuncian que los avances han sido insuficientes y que el tiempo ha pasado sin una aplicación efectiva de las medidas acordadas. Con esta nueva jornada de protestas, los gremios buscan presionar para que el Estado adopte decisiones urgentes que garanticen la sostenibilidad de una actividad clave para la seguridad alimentaria del país.