La vicepresidenta Francia Márquez atraviesa uno de los momentos más críticos de su carrera política. Luego de su salida del Ministerio de la Igualdad, sin haber presentado su renuncia, su posición dentro del Gobierno de Gustavo Petro se ha debilitado. Ahora, la situación se agrava con la decisión del Consejo de Estado de anular la personería jurídica de su movimiento Soy Porque Somos, lo que deja a Márquez sin una plataforma formal para futuras elecciones. Esta decisión invalida cualquier posibilidad de que su colectivo participe en alianzas políticas con partidos que sí cuentan con representación legal, debilitando su proyección política con miras a los comicios de 2026.
El fallo del alto tribunal representa un golpe directo para Márquez, quien había trabajado en consolidar Soy Porque Somos como un vehículo para impulsar su agenda política. La vicepresidenta, además, ha experimentado un creciente distanciamiento con sectores de la izquierda y del Pacto Histórico, e incluso su relación con el presidente Petro se ha deteriorado visiblemente. En una reciente entrevista con BBC Mundo, reconoció que existen diferencias con el mandatario, aunque enfatizó que sigue comprometida con el país. Sin embargo, descartó cualquier intención de aspirar a la Presidencia en 2026, pese a las especulaciones que han circulado en el ámbito político. «Me eligieron para cumplir un mandato y espero terminarlo. Quienes lleguen a la Presidencia deben ser personas que piensen en la paz, la justicia y el bienestar de los colombianos», afirmó.
Las tensiones entre Márquez y el Gobierno se hicieron más evidentes el pasado 4 de febrero, cuando, durante una transmisión en vivo del Consejo de Ministros, lanzó una fuerte crítica contra el presidente y varios de sus asesores cercanos. En su intervención, cuestionó la presencia de figuras como Laura Sarabia, actual Canciller, y Armando Benedetti, Ministro del Interior, insinuando que la gestión de estos funcionarios ha afectado la transparencia del Gobierno. Días después, en una movilización convocada por Petro en Cali, la vicepresidenta profundizó su postura y denunció la existencia de actos de corrupción dentro del Ejecutivo.
“Ustedes saben las discusiones que hemos tenido dentro del Gobierno. Hay gente que llegó a dañar lo que ustedes construyeron. Hay quienes entraron al Congreso y se aprovecharon del Gobierno del cambio para hacer actos de corrupción, y debemos rechazarlos”, manifestó Márquez durante la manifestación. Sus palabras reflejaron la creciente desconfianza hacia algunos sectores del Pacto Histórico y reafirmaron su distanciamiento con la dirección política que ha tomado la administración de Petro. Además, denunció que funcionarios provenientes de partidos tradicionales han asumido roles clave en el Gobierno, lo que, según ella, compromete las promesas de transformación que hicieron en la campaña de 2022.
En este contexto, Márquez ha insistido en que la lucha contra la corrupción debe ser un pilar fundamental del cambio prometido. «Los corruptos que han llegado al Gobierno a querer poner en entredicho la esperanza del pueblo, muchos son de partidos tradicionales que históricamente han gobernado este país», expresó la vicepresidenta, subrayando su desacuerdo con ciertos sectores dentro del oficialismo. Esta postura ha generado fuertes divisiones dentro del Pacto Histórico, ya que algunos miembros han interpretado sus declaraciones como una estrategia para marcar distancia y fortalecer su imagen política independiente.
Con el debilitamiento de su movimiento político, la creciente tensión con Petro y las fracturas dentro del Gobierno, Francia Márquez se enfrenta a un panorama incierto. Aunque sigue siendo una figura clave dentro del Ejecutivo, su margen de maniobra se ha reducido significativamente. La vicepresidenta deberá definir su estrategia política en los próximos meses, pues su relación con el Pacto Histórico y su futuro dentro del oficialismo parecen estar en juego.