El Papa Francisco, de 88 años, permanece hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral que ha agravado su estado de salud. Según el último parte médico emitido por el Vaticano, el sumo pontífice continúa en estado “crítico” y requiere oxigenoterapia de alto flujo mediante cánulas nasales. A pesar de que no ha presentado nuevas crisis respiratorias desde el sábado por la noche, el pronóstico sigue siendo reservado debido a la complejidad del cuadro clínico y la espera de que las terapias farmacológicas surtan efecto.
Además de la neumonía, el Papa Francisco presenta complicaciones renales leves. El informe médico detalló que tras recibir dos unidades de hematología concentrada, su nivel de hemoglobina aumentó y la trombocitopenia se mantiene estable. Sin embargo, algunos análisis de sangre revelaron signos de insuficiencia renal incipiente, aunque actualmente se encuentra bajo control. Durante la mañana del domingo, el pontífice participó en la Santa Misa junto al personal médico que lo atiende, según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El doctor Sergio Alfieri, uno de los especialistas a cargo, advirtió que el Papa no está fuera de peligro, mientras que el virólogo italiano Fabrizio Pregliasco subrayó que la edad avanzada de Francisco y sus antecedentes de bronquitis asmática complican la evolución de la enfermedad. “Hay que esperar que la terapia antibiótica funcione para evitar el riesgo de septicemia, una complicación que podría tener consecuencias fatales”, explicó Pregliasco al diario La Stampa, enfatizando que las próximas horas y días serán decisivos para su recuperación.
A pesar de la gravedad de su estado, el pontífice envió un mensaje de ánimo en la oración dominical del Ángelus, transmitido desde el hospital: “Continúo con confianza mi hospitalización, siguiendo con los tratamientos necesarios; ¡y el descanso forma también parte de la terapia!”, expresó Francisco. El Vaticano sigue monitoreando de cerca la evolución de su salud mientras el mundo católico permanece en oración por su pronta recuperación.