El presidente Gustavo Petro confirmó este viernes que Estados Unidos retiró 150 armas que permanecían en comodato en Colombia y que eran utilizadas para la seguridad del Palacio de Nariño. El anuncio lo hizo durante la ceremonia de ascenso del nivel ejecutivo y el ingreso al grado de subtenientes de patrulleros de la Policía Nacional. Según el mandatario, entre el lote devuelto se encontraban fusiles y un sistema antidrones, equipos que estaban bajo control de la guardia presidencial. La medida fue notificada mediante una carta oficial enviada desde la Embajada de Estados Unidos, en la que se exigía la devolución inmediata del material.
Petro relató que, tras recibir la comunicación, ordenó entregar el arsenal a la embajada y cuestionó que la seguridad presidencial hubiese estado apoyada en armamento extranjero. “Aquí nos desarmaron. El Palacio de Nariño quedó desarmado (…) eran propiedad del gobierno de Estados Unidos”, expresó. En su intervención también afirmó: “¿A alguien se le ocurrió la tristísima idea de cuidar el Palacio Central del gobierno de Colombia con armas que pertenecen a un gobierno extranjero?”. El mandatario destacó que, tras la devolución, el Batallón Guardia Presidencial asumió las funciones de custodia sin esos equipos, mientras la Policía Nacional quedó sin parte de sus recursos.
En su discurso, el presidente subrayó que este hecho evidencia la necesidad de fortalecer la autonomía en defensa y resaltó los avances de Colombia en el desarrollo de su propia industria armamentística. Petro indicó que el país proyecta exportar fusiles en los próximos años y que una parte importante del presupuesto del Ministerio de Defensa podría provenir de esas ventas. “No necesitamos ese material porque el país avanza en la fabricación nacional”, afirmó, agregando que la seguridad del Palacio de Nariño debe depender exclusivamente de medios nacionales.
Finalmente, el mandatario calificó como un error histórico haber confiado la protección presidencial a armas de otro gobierno y reiteró que la exigencia provino directamente de Washington. “Las armas no eran de nosotros (…) me parece un acto indigno, de haber estado cuidándonos aquí con armas de otro gobierno”, declaró. Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, recordó que será el presidente quien amplíe la información en su debido momento y señaló que, de acuerdo con la Constitución, es el jefe de Estado el encargado de manejar las relaciones internacionales a través de la Cancillería.
