Líderes del Estado y la Iglesia firman compromiso para frenar la confrontación política en el país

17 de junio, 2025

Líderes del Estado y la Iglesia firman compromiso para frenar la confrontación política en el país

En medio de un tenso clima político, institucional y social, este lunes se desarrolló un encuentro histórico entre los principales líderes del Estado Colombiano y jerarcas de la Iglesia Católica, quienes firmaron un compromiso conjunto para desarmar la palabra, rechazar la violencia y fomentar el diálogo entre sectores enfrentados. La cita, que tuvo lugar en la Casa Episcopal en Bogotá, fue convocada por la Conferencia Episcopal de Colombia como una estrategia para calmar los ánimos encendidos por el debate de la reforma laboral y los roces entre las ramas del poder público.

La reunión coincidió con una jornada de alto voltaje en el Congreso de la República, donde el Senado debatía puntos cruciales de la reforma laboral impulsada por el Gobierno. Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro puso sobre la mesa una nueva propuesta: si el Senado aprueba el texto avalado por la Cámara de Representantes, el Ejecutivo retiraría la controvertida consulta popular 2.0. Esta iniciativa incluía no solo preguntas laborales, sino también aspectos clave de la reforma en salud. Armando Benedetti, ministro del Interior, subrayó que cualquier acuerdo debe mantener los avances logrados en la Cámara y no retroceder en los derechos laborales pactados.

Durante el evento eclesiástico, los asistentes compartieron un almuerzo simbólico y firmaron una declaración conjunta en la que reafirmaron su compromiso con la paz, el respeto mutuo y la importancia de construir consensos. La convocatoria fue respaldada por altos funcionarios como los presidentes de las altas cortes, el contralor, el procurador, la fiscal general, la defensora del pueblo, el registrador y, por supuesto, el presidente Petro, quien también se comprometió públicamente a moderar su lenguaje en los escenarios públicos y políticos.

No obstante, el ambiente fue interrumpido por la incertidumbre en torno a la salud del senador Miguel Uribe Turbay, quien permanece en estado crítico, según reportes de la Fundación Santa Fe. Su situación generó una reacción inmediata del Centro Democrático, que decidió retirarse de las plenarias del Congreso como muestra de solidaridad. El partido emitió un comunicado rechazando el avance de la reforma laboral y cuestionando a los sectores políticos que, según ellos, negocian con el Gobierno sin considerar sus consecuencias sobre el empleo y las pequeñas empresas.

En el Congreso, los temas más espinosos de la reforma siguen siendo la situación contractual de los aprendices del Sena y el horario del recargo nocturno. Aunque se acordó una bonificación anual para los aprendices, su estatus de aprendizaje se mantendría. Sobre el recargo nocturno, el Gobierno propuso aplicarlo desde las seis de la tarde, pero con una suspensión temporal para las microempresas hasta que se estructure un plan de apoyo específico. El ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, reiteró la voluntad del Gobierno de alcanzar consensos sin sacrificar los derechos conquistados por los trabajadores.

Al cierre de la jornada, no hubo humo blanco. La tensión entre la esperanza del diálogo promovido por la Iglesia y la confrontación política en el Capitolio definieron un lunes cargado de contrastes. La silla vacía de Miguel Uribe, cubierta con la bandera de Colombia, se convirtió en símbolo del momento que vive el país. Este martes continuará la votación de la reforma laboral con o sin acuerdo, en una puja que mantiene en vilo a todo el panorama político colombiano.

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